jueves, 24 de abril de 2014

Currás: “La CAMPO en vez de emitir documentos duros contra el sector lo que tiene que tratar de hacer es que se recupere el diálogo y la confianza que se ha perdido.

“Le hace mal al país y a la sociedad hablar incoherencias como lo hace en su documento la CANPO”. Me gustaría saber si alguien de esa agrupación realmente siembra y sabe de trigo, porque escribir un papel permite cualquier cosa, pero la realidad es que hay que empezar a poner contenido en lo que se dice”, sostuvo Julio Curràs, Vicepresidente Iº de la Federación Agraria Argentina”
Recomendó que más allá de un documento duro lo que tienen que tratar de hacer es recuperar el diálogo y la confianza que se ha perdido.

En diálogo con el programa Entre el campo y la Ciudad, por AM550-Radio Colonia, Currás opinó duramente sobre el proyecto de participación estatal en el comercio exterior elaborado por la CANPO. “Es inviable lo que dicen”, sostuvo el dirigente

Respecto del trigo, avaló el pedido del ministro bonaerense Rodríguez de bajar las retenciones. ” Nosotros no estamos en contra de la intervención del Estado, pero sí de la mala injerencia como se ha hecho con la carne, la leche y el trigo” El año pasado fue la cosecha más baja en la historia del cereal en más de 100 años”.

"Hoy se deterioran los suelos por falta de rotación y de insumos. No se pueden poner los fertilizantes necesarios por cosecha por los altos costos que tiene la  producción a pesar de los excelentes precios internacionales", afirmó

En referencia al comunicado de la CANPO, expresó que sería una torpeza muy grande añorar la década del ´90. Lo que fracasa en Argentina son las políticas internas, pero nadie quiere volver a la década del 90, cuando desaparecieron más de 100 mil productores.  “Hoy ya debemos llevar entre 80 o 90 mil productores desaparecidos en nuestro país  tan solo en la etapa kirchnerista”, deslizó el dirigente de FAA.

Clave: la fórmula (desde el agro) para generar u$s 10.000 millones


La revolución tecnológica del agro ha permitido aumentar de manera asombrosa la oferta mundial de granos. A lo largo del siglo XXI hemos observado cómo la producción agrícola ha batido récords año tras año para satisfacer la imparable demanda de granos liderada por China. Según datos del USDA, durante los últimos 15 años la producción […]
La revolución tecnológica del agro ha permitido aumentar de manera asombrosa la oferta mundial de granos. A lo largo del siglo XXI hemos observado cómo la producción agrícola ha batido récords año tras año para satisfacer la imparable demanda de granos liderada por China. Según datos del USDA, durante los últimos 15 años la producción mundial de soja aumentó un 80%; la de maíz, un 60%; y la de trigo, un 20%. La Argentina es un actor destacado en este mercado con un desarrollo tecnológico que mostró su mejor momento en 2009/10, cuando la soja alcanzó los 54 millones de toneladas; el maíz, 23,3 millones; y el trigo, 9,8 millones. Irónicamente, el último informe del USDA para el año en curso nos muestra estancados en valores muy similares de producción. Sin embargo, otros actores siguen avanzando y escalando posiciones en el escenario internacional. En los últimos cuatro años, Brasil aumentó su producción de soja un 28%, a más de 88 millones de toneladas, mientras en maíz aumentó un 25%, a 70 millones, convirtiéndose en el segundo exportador mundial de este cereal. En Europa del Este, Ucrania está triplicando su producción de maíz a 30 millones de toneladas, pasando a ser el tercer exportador mundial, relegando a la Argentina al cuarto lugar.
Más allá de los factores climáticos que influyen decisivamente en los rindes, vale la pena reflexionar sobre cómo poner en marcha la sofisticada plataforma tecnológica argentina para aumentar de manera sustentable la producción en 50 millones de toneladas y generar 10.000 millones de dólares adicionales para el país.
Para lograr este objetivo, debemos abordar mínimamente una trilogía de temas. En primer lugar, hay que derogar, dentro de la ley de arrendamiento rural, las disposiciones que permiten el contrato accidental por un año y que es, en gran parte, responsable de la sojización de la producción agrícola en contra de un manejo equilibrado con rotaciones de maíz y trigo-soja.
En segundo lugar, es clave bajar el nivel de incertidumbre que pesa sobre el productor agropecuario y, por último, mejorar su rentabilidad. Estos dos temas tienen cuatro facetas muy relacionadas entre sí. La primera de ellas se refiere a recrear un mercado fluido y transparente que permita vender y comprar a valores justos sin depender de medidas burocráticas para saber cuánto, cómo y cuándo se puede vender, como en el caso del trigo y del maíz.
La segunda faceta se refiere a la inversión en tecnología, ya que los productores argentinos no usan en su totalidad los recursos tecnológicos disponibles debido a la incertidumbre sobre las condiciones de comercialización al momento de la cosecha. En otras palabras, en lugar de aumentar la inversión en fertilizantes, germoplasma, biotecnología, maquinaria agrícola, etc. para maximizar los rindes por hectárea, se refugian en planteos defensivos minimizando la inversión para arriesgar lo menos posible.
La tercera se refiere a las inversiones necesarias para la incorporación de nuevas áreas productivas donde nuestro país tiene un potencial de unos 5 millones de hectáreas adicionales con un adecuado manejo eco-tecnológico.
La cuarta faceta considera que hay que abordar la cuestión impositiva del agro que erosiona la rentabilidad del productor. La combinación de las retenciones con los demás impuestos nacionales, provinciales y tasas municipales ha creado una pesadilla fiscal que hay que simplificar y racionalizar para llegar a una carga tributaria equitativa para cada uno de los actores de la cadena productiva agraria.
Prima facie, bajar parcialmente un 5% o un 10% las retenciones del trigo y del maíz en un contexto de mayor producción no sólo no tiene costo fiscal, sino que aumentan los ingresos del Estado al tiempo que mejora la salud financiera-económica del productor.
La mejor manera de bajar los precios es crear una abundancia de oferta donde hoy tenemos escasez. Con las medidas correctas, la superficie de trigo puede duplicarse alcanzando los 7 millones de hectáreas como ya ha sucedido en el pasado. Para el caso del maíz, debemos pensar en aumentar mínimamente dos millones de hectáreas para tener una rotación de cultivos sustentable.
Analizando la situación actual de la soja, vemos que se han sembrado 20 millones de hectáreas que arrojan una potencial cosecha de 54 millones de toneladas, o sea, 2.700 kilos/ha frente a los aproximados 3.000 kilos/ha de la cosecha 2009/10. Pensar en un trigo de 3.500 kilos, un maíz de 9.000 y una soja de 3.300 no es un objetivo muy ambicioso considerando el conocimiento de los productores locales y un mayor uso de los recursos tecnológicos disponibles. Estos rindes, combinados con 7 millones de hectáreas de trigo, 5,3 millones de maíz y 20 millones de soja, arrojan un aumento de 50 millones de toneladas sobre la cosecha estimada para este año, que a valores actuales significa 14.000 millones de dólares adicionales y unos 10.000 millones asumiendo los precios de Chicago para julio de 2015 que indican una caída para la soja de más de 80 dólares por tonelada.
En resumen, frente a la escasez de reservas, existe la oportunidad de generarlas internamente. Sólo hay que dar las señales correctas para favorecer una producción de granos sustentable, con menor incertidumbre, mayor uso de tecnología y mayor rentabilidad para recrear un círculo virtuoso y salir del actual estancamiento. No hacen falta 10 años para realizarlo. Con muy pocas decisiones, podemos pensar en dar un salto productivo de 20 mil/t para el año próximo.

Casamiquela: “La región pampeana es una más”


El Ministró ratificó un fuerte impulso a la Agricultura Familiar e indicó que “hay otro campo que no se manifiesta con tanta claridad como cuando uno ve las economías regionales”. La exposición del Inta en el NEA hará pie en Misiones donde el 95% de los productores son del formato de la agricultura familiar
El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Carlos Casamiquela, aseguró que “el Gobierno Nacional asume hoy como política de Estado visibilizar la agricultura familiar”, en referencia al cambio de matriz productiva desarrollada a partir de 2003.
 
Las declaraciones del titular de Agricultura se dieron en el marco de la presentación de la muestra INTA Expone NEA 2014 -que se realizará en la ciudad de Posadas, Misiones, entre el 27 y el 29 de junio próximo- que se llevó a cabo este miércoles en el microcentro porteño. 
 
Allí, el titular de la cartera agropecuaria valorizó el apoyo del gobierno nacional para la transformación del agro en materia científica, al tiempo que reivindicó las políticas públicas que desde 2003 a la fecha permitieron la transformación de los pequeños y medianos productores del país, en actores centrales de este modelo de inclusión. 
 
“Este gobierno tomó la decisión de reivindicar, apoyar y sostener el crecimiento del sector científico nacional, como parte del soporte del proceso de desarrollo de nuestro país”, manifestó Casamiquela y explicó la importancia de las distintas zonas productivas del país. 
 
“Para mí, la región pampeana es una más. Hay otro campo que no se manifiesta con tanta claridad como cuando uno ve las economías regionales a lo largo y a lo ancho del país”, indicó Casamiquela; y remarcó que “este nuevo lugar de encuentro va a estar localizado en una provincia que se caracteriza porque el 95 por ciento de sus productores responden a un patrón estructural de agricultura familiar”.
 
Junto al Ministro estuvieron presentes el jefe de Gabinete del Minagri, Héctor Espina; los secretarios de Agricultura, Ganadería y Pesca, Gabriel Delgado; de Desarrollo Rural y Economías Regionales, Carla Campos Bilbao; de Coordinación Político institucional y Emergencia Agropecuaria, Javier Rodríguez. 
 
A su vez, Casamiquela señaló que “en la última década se multiplicó por 10 el presupuesto para el INTA. También creció muchísimo el nivel de respuesta de la Institución, su nivel de desarrollo, de compromiso, de trabajo, con mayor infraestructura, presencia en territorio, capacitación y equipamiento. Hoy cuenta con 450 localizaciones físicas en todo el país, que vuelven indiscutible su rol como observador de la realidad”. 
 
A su turno, el presidente del INTA, Francisco Anglesio, sostuvo que el “Inta Expone es el corolario de un gran año de trabajo. Estamos muy activos y muy cerca de las comunidades. Hoy podemos ver la puesta en valor de lo que realizamos en todas las regiones de nuestro país, pero sobre todo en el NEA, donde realizamos la muestra 2014″. 
 
En tanto, el gobernador Maurice Closs agradeció al “ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, y al actual presidente del INTA, Francisco Anglesio, por habernos cumplido este sueño, de que semejante muestra se desarrolle en nuestro territorio”. 
 
La megamuestra del INTA promete ser la mayor exposición agropecuaria sobre tierra colorada. Se realizará en un predio del Centro Regional Misiones, de 13 hectáreas, que pertenece al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), ubicado a metros del km 7½ de la Ruta Nacional 12 de la capital misionera. 
 
Bajo el lema “Ambiente, Cultura y Desafíos”, la muestra ofrece propuestas para todas las edades con entrada libre y gratuita. El eje de la exposición es contribuir al desarrollo local, reunir y mostrar el gran potencial tecnológico, productivo, ambiental y social de las provincias de Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa.

lunes, 21 de abril de 2014

El radicalismo presentó una ley de semillas que restringe el uso propio


Lo hizo el federado Juan Casañas de la provincia de Tucumán, la iniciativa está en las antípodas de la que presentó Omar Barchetta del socialismo, pero también de la FAA. El tucumano propone restringir el derecho del uso propio de la semilla a los agricultores familiares.
En abril el diputado Juan Casañas, que juró hace menos de 20 días en la Cámara baja, ya presentó varios proyectos de ley que habían perdido estado parlamentario de su mandato anterior. 
 
Uno de ellos es para una amplia modificación de la actual ley de semillas (20.247) donde propone que en materia de “uso propio” sean los inscriptos en el Registro de Agricultura Familiar los que estén exentos del pago de regalías.
 
El legislador limita para el resto de las personas físicas y jurídicas que practiquen la agricultura a un “uso propio” de la simiente para 300 hectáreas de trigo y/o soja “consideradas en conjunto”, y en plazo máximo de cuatro campañas agrícolas consecutivas.
 
La iniciativa va en la dirección contraria a lo que ya presentaron otros legisladores también oriundos de la Federación Agraria Argentina como Omar Barchetta que a diferencia de Casañas propone un usufructo ilimitado por parte del agricultor a la semilla que es fruto de su propia cosecha, sin costo alguno.
 
“Un agricultor podrá reservar y usar libremente en su propia explotación, y sin límite de volumen, cualquier variedad vegetal inscripta, solo cuando dicha reserva y uso provenga de la multiplicación de semilla legalmente adquirida y este destinada por el agricultor a ser sembrada exclusivamente en su propia explotación y para su propio uso”, dice la otra cara de la Federación Agraria Argentina representada por Barchetta.

viernes, 18 de abril de 2014

Capacidad agotada: la máquina de generar dólares no enciende, aun con el precio de la soja en niveles récord



El año arrancó de la peor manera en materia de generación de divisas: el saldo comercial sufrió un desplome del 90%, marcando así el inicio más flojo en más de una década. Analistas advierten por el escaso impacto de la devaluación de enero y por la creciente “sojadependencia”
Para la administración kirchnerista, el 2014 había arrancado con muchas urgencias en materia de divisas, pero también con algunas variables que parecían jugarle a favor.
El incremento de la producción de gas y petróleo por parte de YPF, la mayor cosecha de soja, el sostenimiento de los precios internacionales y hasta la devaluación de enero -que le dio algo de competitividad a los productos nacionales-, hacían prever una mejora en la generación de dólares, claves para sostener las alicaídas reservas del Banco Central.
Cabe recordar que el 2013 había sido crítico en ese sentido: la última gran fuente de billetes verdes del modelo, el saldo comercial -es decir, la diferencia entre las divisas ingresadas por exportaciones restadas las destinadas a importaciones-, se mostró anémico, dado que estuvo lejos de alcanzar los u$s10.000 millones, lo que constituyó la peor performance de toda la era K.
Pero el conjunto de variables anteriormente mencionadas, diseminó algo de optimismo entre funcionarios del Gobierno y consultoras para este año. De hecho, en algunas estimaciones de enero se llegó a especular con que en diciembre próximo se redondearía un superávit comercial acumulado superior a los u$s15.000 millones.
Sin embargo, los deseos oficiales están chocando contra la realidad: en el primer bimestre del año, la diferencia entre ventas y compras al mundo experimentó un inédito derrumbe del 90%. 
De hecho, considerando los magros u$s79 millones logrados entre enero y febrero y contrastándolos contra losu$s800 millones alcanzados en el mismo período del año pasado, se puede afirmar que el Gobierno al día de hoy prácticamente pudo contar apenas con un 10% de los dólares respecto del 2013 (ver gráfico). 
Incluso, los datos anticipados correspondientes al mes de marzo sobre el intercambio con Brasil -que explica más del 25% del total del comercio argentino- muestran resultados desalentadores: el superávit fue de apenasu$s35 millones, lo que implicó una contracción de casi 50% respecto al mismo período de 2013.

La “sojadependencia”, potenciada al máximo
Al analizar la “pulverización” del superávit comercial a niveles mínimos, los analistas advierten que gran parte de los “motores” que antes lo alimentaban, actualmente están en franco declive.
Para Dante Sica, director de la consultora Abeceb, una de las causas por las cuales el Gobierno no puede garantizarse un elevado saldo de la balanza, como sí sucedió hasta 2012, está vinculado con “la creciente dependencia que tiene el complejo exportador de las commodities agrícolas, en especial la soja“, en paralelo al “desaporte” que vienen generando otros dos grandes rubros: el industrial y el energético
De hecho, actualmente un 60% de las exportaciones provienen del sector agroalimentario, y nada menos que30% dependen del complejo sojero.
El problema es que, para este año, si bien se espera una buena cosecha, la misma no será récord: desde Fundación Mediterránea estiman que el flujo por ventas agrícolas será de u$s31.000 millones, u$s1.000 millones menos que lo alcanzado en 2013, básicamente porque la mayor campaña sojera no alcanzará paracompensar las fuertes mermas en maíz, cebada o biodiesel.
En este contexto, el ritmo de liquidación de divisas por parte de las cerealeras exhibió un importante repunte en las últimas semanas, ubicándose un 17% por encima de los valores del año pasado. Sin embargo, el nivel actual no es muy superior al logrado en el mismo período de 2011, con el agravante de que las necesidades fiscales en la actualidad son más críticas.
“Tarifazo” no mata importacionesEntre los problemas con los que cada año se topa el Gobierno para cuidar el saldo comercial, los expertos señalan la errada política energética, que condujo a una reversión del superávit sectorial, que registró en 2013 un rojo histórico de más de u$s6.000 millones.
Así las cosas, según cálculos de Constanza Pérez Aquino, economista de Fundación Mediterránea, “lasimportaciones energéticas actualmente se llevan la mitad de las liquidaciones de dólares de la agroindustria“.
La experta agregó que, pese a la recuperación de los precios de las materias primas agrícolas en este último lapso, dicha mejora no alcanza para equilibrar las cuentas: en el arranque de 2014, una tonelada de sojapermitía adquirir 5 barriles de petróleo, casi 2,5% menos que el promedio de los últimos diez años.
Un punto central de la estrategia oficial en su plan por corregir algunos de los desfasajes que azotan a la economía, es la de suprimir paulatinamente los subsidios a los servicios públicos.
Según Ramiro Castiñeira, analista de Econométrica, las mayores erogaciones que deberán realizar las familiasimpactarán en la demanda, lo que teóricamente se debería traducir en una menor necesidad de importaciones de energía.
El analista estima que por cada 100% de aumento real de tarifas, las compras al exterior tendrían que descender unos u$s700 millones.
El problema es que, según Castiñeira, pese a los esfuerzos de YPF, la producción energética de la Argentina seguirá en baja, por lo cual este año se deberán destinar más de u$s12.000 millones para cubrir importaciones, un 7% más que en 2013. 
Devaluación: poco impacto 
Tras el salto del dólar que tuvo lugar en enero, según cálculos de Fundación Mediterránea, el tipo de cambio para las compañías nacionales en términos reales -es decir, considerando la inflación argentina y la de Estados Unidos- pasó a ser similar al de noviembre de 2010. 
“Es decir que se corrigió algo más de tres años de atraso“, destacaron desde la consultora.
En tanto, respecto a Brasil, los analistas estimaron que “la mejora llevó el tipo de cambio a los niveles de abril de 2012, una corrección menor porque el país vecino también depreció su moneda”.
Sin embargo, el cálculo de los economistas es que, por la fuerte presión inflacionaria, en marzo ya se había perdido la mitad de esa mejora, la cual se irá extinguiendo completamente hacia el inicio del segundo semestre, de no mediar nuevas correcciones cambiarias. 
Más allá de este “respiro”, un dato clave es el escaso impacto exportador que está teniendo la corrección cambiaria en algunos sectores clave para la economía argentina, como el cárnicofrutíhortícola vitivinícola
Según un relevamiento de Fundación Mediterránea, de 21 sectores estratégicos, apenas 4 mostraron una mejora en la competitividad tras el salto del billete verde.
Un caso paradigmático es el de la carne: en los últimos tres años, el aporte de este rubro a la balanza comercial fue de un promedio de u$s1.000 millones.
Sin embargo, desde Fundación Mediterránea advirtieron que si el Gobierno no hubiese avanzado con medidas de sesgo antiexportador, en los últimos cuatro años esta actividad podría haber generado envíos al mundo por un valor promedio de u$s2.500 millones en cada período.
Así las cosas, consideraron que desde 2010 a esta parte, el sector cárnico habría aportado cerca de u$s6.000 millones extra a la balanza comercial.
Industria: rojo histórico
Paralelamente, las exportaciones de materias primas sirvieron “para compensar el creciente déficit de la industria, asociado a la demanda local de insumos, piezas y máquinas“, destacaron desde Abeceb, tal como sucedió con el sector automotriz, que el año pasado generó un rojo histórico de u$s9.000 millones. 
Sin embargo, dicho rubro fue sólo la “punta del iceberg” del enorme rojo del Made in Argentina en general, que en 2013 -contabilizando todos los sectores- alcanzó la friolera de u$s35.000 milllones, unos u$s3.200 millones más que en el período anterior.
Esta sangría que se produce cada año y que supera con creces incluso las propias reservas que hoy están en poder del Central, dejan en evidencia las enormes limitaciones del plan oficial de sustitución de importaciones.
Por lo pronto, analistas esperan que este año dicho rojo caiga y no se acentúe. Pero más que por méritos de las empresas locales, las causas serán el menor ritmo de actividad esperado, lo que impactará negativamente en las ventas de autos o de electrónica, dos de los principales generadores del déficit.
La “década ganada”… de América latina
Un punto clave al analizar la evolución del superávit comercial, es poner en contexto en qué medida la Argentina logró capitalizar el “viento de cola” que primó durante buena parte de los últimos diez años en la región. 
En este sentido, Marcelo Elizondo, ex director de Fundación ExportAr, aseguró que “la década ganada de Sudamérica, fue una década perdida para la Argentina”.
¿La razón? Según un análisis de su consultora, Desarrollo de Negocios Internacionales, entre 2003 -al comienzo del “súper ciclo” de precios de commodities- hasta 2013, las exportaciones albicelestes fueron las que menos crecieron en toda la región, tal como se puede observar en el siguiente cuadro:
A la hora de analizar las causas que llevaron a esta muy pobre performance frente a la exhibida por otros países de América latina, Elizondo hizo referencia a un cúmulo de variables:
1. Inestabilidad en marcos de referencia normativopolítico económico.
2. Pérdida creciente de competitividad cambiaria.
3. Deficiente oferta de financiamiento.
4. Aislamiento internacional, que dificulta el desarrollo para empresas.
5. Baja tasa de inversión productiva.
6. Alta presión fiscal.
7. Creciente inflación.
8. Agotamiento de la infraestructura.
9. Dificultad en el acceso a insumos y bienes de capital por restricciones comerciales.
10. Creciente pérdida de reputación en el mundo.
De cara a lo que resta del año, desde Abeceb estiman que, sólo de la mano de una contracción de la economía y de la actividad industrial, el Gobierno podría repetir el superávit del año pasado, del orden de los u$s9.000 millones.
Esto, explicado más por la menor demanda de insumos y componentes para las empresas locales que por unamayor agresividad comercial y exportaciones crecientes.
Sin embargo, en un contexto de mayores necesidades fiscales, esta cifra luce un tanto exigua.
Al respecto, Sica hizo referencia a que, pese a que la cosecha de la oleaginosa está cerca del récord histórico y que los precios actuales son atractivos, esto sólo serviría para traer un “alivio estacional”.
“Los dólares de la soja no serán suficientes para ´salvar´ el año, dado que luego de agosto las restricciones de divisas seguirán estando presentes, por lo que no es razonable esperar un escenario más holgado”, concluyó. 

lunes, 14 de abril de 2014

Buzzi: “Cristina sigue dolida con la derrota de la 125″


Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria, dijo que hoy a la Mesa de Enlace no la recibe “ni la recepcionista del Ministerio de Agricultura”.
El presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, se quejó por la falta de diálogo con el Gobierno e ironizó que no se reúnen “ni con la recepcionista del Ministerio de Agricultura”.
Además, expresó que el ministro Carlos Casamiquela “no es un tipo jodido y entiende de producción”, pero que no los recibe “porque no tiene permiso de la presidenta” Cristina Fernández de Kirchner.
Buzzi sostuvo que el Gobierno “sigue resentido” con los integrantes de la Mesa de Enlace por la derrota que tuvo en 2008, con el rechazo a la resolución 125.
En declaraciones a Radio Mitre, se quejó por la falta de diálogo de parte del Gobierno y comentó: “Si hubiera un ámbito de discusión para ver los problemas y para ver cómo se resuelven, no haría paro“.

Federación Agraria calificó “audaz” la propuesta de Scioli bajar las retenciones al trigo


Desde esa entidad valoraron la postura del ministro de Scioli que pidió revisar la política para ese cultivo.
La Federación Agraria Argentina “valoró” la postura del ministro de Asuntos Agrarios bonaerense, Alejandro “Topo” Rodríguez, quien se mostró de acuerdo con bajar las retenciones al trigo para pequeños y medianos productores, al tiempo que pidió al Gobierno nacional revisar la política para ese cultivo.
 
“No podemos menos que valorar esta expresión ‘audaz’ del ministro, en una provincia gobernada por el oficialismo, en los tiempos del autoritarismo y la sumisión que impone el gobierno nacional a los funcionarios”, se indicó desde esa Federación a través de un comunicado oficial.

La entidad consideró, además, que las declaraciones de Rodríguez “reafirman la necesidad de rever el esquema de retenciones que se aplica a la comercialización de trigo”.
 En ese marco, pidió al gobierno nacional “abandonar su postura intransigente y comenzar a aplicar políticas públicas que den previsibilidad a los productores trigueros, y así poder volver a producir”.
El viernes, Rodríguez pidió al gobierno nacional que baje las retenciones al trigo. “Creo que sí es posible evaluar la baja de retenciones de algunos productos, como el trigo, tan importante para la provincia de Buenos Aires y para nuestros pequeños productores”, afirmó Rodríguez, un hombre que Daniel Scioli ubicó en ese cargo con el objetivo de recomponer la relación con las entidades agrarias.

Kunkel trató de “irresponsable” al sciolismo por proponer “bajar las retenciones”


El titular de la cartera de Asuntos Agrarios, Alejandro “Topo” Rodríguez, dijo en Tres Arroyos que “es posible evaluar la baja de retenciones en algunos productos como el trigo”. Al cruce le salió Carlos Kunkel quien aseguró que no cree que Scioli “impulse políticas que impliquen hambrear a millones de argentino”.
Alejandro “Topo” Rodríguez recibió críticas por parte de Carlos Kunkel luego de su visita a Tres Arroyos, donde firmó un convenio con el Inta y habló de “bajar las retenciones” al trigo para favorecer a pequeños productores. 
 
Las palabras del Ministro de Asuntos Agrarios, que recibieron un rápido respaldo de la Federación Agraria Argentina, fueron objeto de una dura réplica por parte del diputado del Frente para la Victoria, una de las espadas más filosas del kirchnerismo en el Congreso.
 
“No creo que Daniel Scioli impulse políticas que impliquen hambrear a millones de argentinos”, dijo Kunkel, quien calificó como “irresponsabilidad muy grande este tipo de declaraciones”, y  sostuvo que “muestran un desconocimiento profundo del tema”, en alusión a las palabras del Ministro de Asuntos Agrarios bonaerense, politólogo de profesión.
 
Kunkel bajó un cambio, luego, y apuntó que “no creo que sea el caso, se supone que el ministro es un hombre que entiende del tema. Debe haber sido sacado de contexto”, ironizó, y aseguró que una medida de esas características “va a implicar un aumento inmediato el precio de la harina -insumo básico- para consumo interno”.
 
“Creo que sí es posible evaluar la baja de retenciones de algunos productos, como el trigo, tan importante para la provincia de Buenos Aires y para nuestros pequeños productores, con el objetivo de que se produzca más, siempre con calidad y también con precios justos, cuidando que no se perjudique el consumo popular, en un contexto en el que no se desfinancien las políticas que benefician a los más humildes y a los trabajadores”, fueron las palabras de Rodríguez.
 
“No creo que la versión publicada responda a lo que dijo el ministro, es una barbaridad, un verso que dicen algunos destinado a aumentar insumos básicos en la alimentación de millones de argentinos”, señaló Kunkel, quien analizó en declaraciones a DyN que “el precio para consumo interno está dado por el precio del producto en el mercado internacional, menos las retenciones”.

Retenciones al trigo se meten en la interna del oficialismo

El sciolismo cruza declaraciones con Urribarri, con la excusa del trigo se definen posiciones de cara a las Paso. FAA apoyó al gobernador bonaerense.

A una semana de que en una entrevista el precandidato a las Paso 2015, Sergio Urribarri, confiara en que “mantendría” los derechos de exportación a los granos si fuera presidente, el sciolismo salió a reclamar cambios en el esquema de retenciones.
 
El encargado fue el titular del MAA, Alejandro “Topo” Rodríguez, quien mencionó la posibilidad de reducir los derechos de exportación al trigo a pocos días de que se inicie la campaña fina. Una medida que está tan fuera de su alcance y del gobierno de Daniel Scioli como la de establecer el precio del dólar.
 
Desde el ruralismo bonaerense se ven alentados por “posibilidad” que solamente pareciera estar en la mente de los funcionarios bonaerenses. Más si se tiene en cuenta que hace diez días, el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aseguró en Diputados que en el Ejecutivo no había en estudio ninguna modificación al esquema actual de retenciones.
 
De todos modos el ruralismo salió a presionar para que se aplique alguna medida que mejore la rentabilidad del cultivo, vía retenciones, y con ello la posición del gobierno de Daniel Scioli. Desde la FAA valoraron la propuesta de Rodríguez y la calificaron como “audaz”, ante la “intransigencia” del gobierno nacional.
 
Para los federados el pedido de reducción de retenciones del titular del MAA “reafirma la necesidad de rever el esquema de retenciones que se aplica a la comercialización de trigo. El Poder Ejecutivo debería abandonar su postura intransigente y comenzar a aplicar políticas públicas que den previsibilidad a los productores trigueros, y así poder volver a producir”.
 
En marzo, el presidente de CRA, Rubén Ferrero, reconoció en declaraciones a El Enfiteuta, que una eliminación de las retenciones al trigo elevaría el precio del insumo para la producción de harina y por ende del pan. Sin embargo, minimizó el impacto al indicar que representaría un costo adicional de 40 centavos al consumidor final, aproximadamente.

martes, 8 de abril de 2014

De Ángeli propuso una ley para eliminar las retenciones al lino


Quiere impulsar el cultivo, pero su declinación no parece atada al valor de los derechos de exportación, sino a la rotación trigo soja.
En el Senado de la Nación, el entrerriano Alfredo De Ángeli, elevó un proyecto de ley para eliminar los derechos de exportación al lino, cultivo que paga un 23,5% de alícuota, aunque su producción es muy limitada en la actualidad.

Según la Fundación Nuevas Generaciones -que impulsa la misma idea- ante una reducción o eliminación en las retenciones al lino “impactaría positivamente en la ecuación económica del productor” y fomentaría su producción.

“Hay que aprovechar las condiciones agroecológicas y recuperar la capacidad productiva que tuvo Entre Ríos con este cultivo [el lino], que le permitió liderar la producción mundial. Hoy tenemos que utilizar todos nuestros recursos para que los productores tengan alternativas para seguir desarrollándose y la provincia mejore”, dijo el senador macrista.

Pero no todos están de acuerdo en que los derechos de exportación tienen relación directa con la disminución de la producción de lino. Baste recordar que en la campaña 2000/01 en el país se sembraban unas 28.000 hectáreas y no existían las retenciones.

En diálogo con El Enfiteuta, el ex diputado por la UCR y ruralista entrerriano, Jorge Chemes, indicó que el peor enemigo del lino fue la rotación de cultivos trigo soja. “El lino tiene una cosecha más tardía que el trigo y es impide o dificulta hacer después una soja en el mismo lote”.

De allí que la ecuación para que cierre al productor la siembra de lino debería reemplazar el doble cultivo anual, lo cual desde el punto de vista de la ecuación económica es imposible, aún cuando el costo de implantación está en un 68% por debajo del trigo. Pero a ello se suma la demanda muy limitada de lino que otrora tenía un uso industrial.

Si bien el costo fiscal de la eliminación de los derechos de exportación para el lino sería bajísimo para el Estado, el impuesto no parece ser la gran limitante en la resurrección nacional del lino, sino la aparición de la soja y la fuerte caída de la demanda en su momento, aún cuando ahora se detecta un resurgimiento moderado.