domingo, 27 de octubre de 2013

La situación del agro es más grave que con la Resolución 125


Tras cumplir con el importante acto electoral del 27 de octubre, debería ser un buen momento para apaciguar los enfrentamientos de toda campaña electoral y en una mesa de diálogo con la participación de todos los protagonistas, porque el campo lo necesita.
Según mi visión integral sobre la situación del sector agropecuario y agroindustrial, las soluciones que se proponen son insuficientes y desfasadas en su tiempo de aplicación para poder recuperar lo competitivo en todas producciones.
No me equivoco si digo que el sector más competitivo y eficiente como es el Complejo Agroindustrial, en las actuales condiciones económicas, no va a poder ayudar sin sobresaltos económicos y sociales porque no lo dejan producir.
La situación del agro y del interior es mucho más grave que cuando en el 2008 se quiso aplicar la resolución N° 125 de alícuotas móviles.
Menciono a continuación algunas cifras que avalan dicha afirmación.
La carga impositiva más importante que existe actualmente para el sector privado es la financiación del Estado que representa el 42,5% del PBI por aumento de subsidios, impuestos distorsivos y gastos corrientes en empleados y jubilados, sin haber mejorado las prestaciones de los servicios indelegables del estado.
Tampoco se han realizado las inversiones en infraestructura que se necesitan, que pagan con mayores costos los sectores trabajadores, productivos, comerciales y de servicios, especialmente del interior del país.
Para poder atender dicho gasto público que paso de 26,5% de la economía en el período 2000-2006 al 42,5% en 2012, sin considerar los intereses de la deuda, el sector privado está soportando una presión impositiva del 41,47% del PBI.
Esto afecta al agro también porque si tomamos el PBI del INDEC la presión fiscal es del 46,8%, teniendo dichos contribuyentes que competir con un 40% de una economía en negro, motivo por el cual la presión impositiva es mayor.
La no devolución del IVA a las exportaciones hacen un coctel que no son tolerables en situaciones normal de la economía, muchos menos en las actual condiciones, situación que la va paliando con un endeudamiento preocupante.
Con las actuales condiciones económicas, se empuja a muchos productores y empresas Pymes a quedar fuera de la ley para poder subsistir hasta que lleguen tiempos mejores y otros terminan expulsados del sistema obligándolos a emigrar juntos a sus trabajadores a los grandes centros poblados provocando, una acción geopolítica totalmente inversas a la que precisa el país.
El sector agropecuario y agroindustrial y todo el interior están viviendo como no podría ser de otra manera, una situación inédita ante la falta de competitividad de nuestra economía que limitan los ingresos o hace que termine trabajando a pérdida, a pesar de los sostenidos precios de los commodities en los mercados mundiales por ahora. Entonces el sector agropecuario y agroindustrial lo que necesita, ante la actual situación de la economía, es la eliminación total de los impuestos por exportar -mal llamado derechos de exportación- y la modificación de la política cambiaria para tener un dólar para comprar y vender que sea competitivo.
No se puede exigir al productor mayor producción trabajando con un dólar efectivo de la soja de 3,84 para vender y uno de 10 pesos para pagar los servicios y comprar sus insumos.
Si realmente pretendemos llegar a 150 millones de toneladas de granos en algunos años, seguiremos siendo el único sector que genera dólares genuinos al 100 %, al ser irrelevante la importación de insumos para producir.

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