El lunes 14 de julio, el gobierno nacional convocó a productores e instituciones representativas de la lechería nacional a una reunión en el Ministerio de Economía. El encuentro fue la consecuencia de largos reclamos del sector, reiterados pedidos de audiencia de parte de la Mesa Nacional de Productores de Leche y finalmente a la solicitud de la asamblea de tamberos de la semana pasada en la localidad santafesina de Sunchales.
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Junto a Axel Kicillof, estaba Carlos Casamiquela –quien más que un ministro parecía asistente del titular de Economía en temas agropecuarios- y el Secretario de Comercio Interior, Augusto Costa.
Consideramos que la cerrada defensa que hizo Kicillof de la política oficial fue como leer la sentencia de eliminación a los pequeños productores tamberos, que no podrán seguir en actividad recibiendo tres pesos por litro de leche. Está claro que el gobierno eligió un país con 3 o 4 mil megatambos, beneficiando a la intermediación y castiga a los productores.
Desde FAA siempre hemos sostenido la necesidad de tener espacios de diálogo con las autoridades. Pero estos deben servir para encontrar respuestas en común, para escucharse. La reunión de ayer en el Ministerio de Economía, lo único que hubo de parte del gobierno fue una puesta en escena, ya que ninguno de los funcionarios presentes tenía voluntad de atender los planteos de los productores.
El gobierno nacional podrá seguir insistiendo con el relato. Nosotros, que ya venimos padeciendo en el interior del país el cierre de decenas de tambos, no vamos a resignarnos a que se continúe por ese camino.
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