Por la crecida del Paraná, en Santa Fe y Entre Ríos se están evacuando cerca de un millón de cabezas que se crían en la zona de islas. En algunas zonas faltan “barcazas-jaula”.-
Hace diez días, la fuerte crecida del río Iguazú en el sur de Brasil y en el norte de Misiones disparó el alerta en la cuenca del río Paraná. Los productores ganaderos de la zona de islas sabían que el torrente de agua que desbordaba por las Cataratas del Iguazú iba a bajar hacia las provincias del Litoral y obligar a movilizar miles de cabezas que se crían en los pastizales y albardones de las islas.
Esta semana, la onda de crecida pasó por la ciudad de Corrientes y osciló alrededor de los 7,15 metros. Es más de un metro menos que la proyección inicial que había realizado el Instituto Nacional del Agua (INA) y a partir de la cual se comenzaron a evacuar en forma masiva los rodeos que pastan en las islas de Corrientes, Santa Fe y Entre Ríos.
Con este pico de crecida, hay albardones que pueden resistir el paso del agua, pero la mayoría de los productores no se pueden arriesgar.
“Nosotros sacamos unos 2.000 animales con barcos jaula. Los primeros días, cuando se disparó el alerta de crecida, estábamos como locos”, contó Adolfo Sacchi a Clarín Rural . Es un productor con mucha experiencia en el manejo de hacienda isleña en el norte de Entre Ríos (en el Departamento La Paz) y en el sur de Corrientes.
En San Javier, unos 150 kilómetros al norte de la ciudad de Santa Fe, la logística de barcazas está sobrecargada. “En esta zona hay cuatro o cinco barcos jaula y no alcanzan cuando se producen este tipo de situación”, aseguró el ingeniero Rodolfo Vicino, delegado del Ministerio de la Producción santafesino en esta zona.
En la provincia de Santa Fe hay medio millón de cabezas en las islas, según los datos de la última campaña de vacunación del Senasa. El ministerio de la Producción entrerriano estima en una cifra similar la cantidad de animales que se crían en este ambiente, que tuvo un fuerte crecimiento en los últimos años .
La cría y el engorde del ganado en las islas creció porque hace varios años que el Paraná no registra una crecida importante: hay que retroceder hasta finales de la década del 90’ para recordar una inundación cercana a las históricas y que en el Puerto de Santa Fe alcanzó los 7,23 metros. En la tendencia también influyó la capacidad de adaptación de las nuevas razas sintéticas, como Braford y Brangus, y la expansión de la frontera agrícola.
Pero en los últimos años el río viene avisando que hay un límite para crecer. El año pasado también fue necesario evacuar a miles de animales de las islas por un rápido repunte del río, muy similar al de este año.
En el límite entre Corrientes y Entre Ríos, Sacchi respira más aliviado. “Fueron días de mucho trabajo para sacar la hacienda, pero en nuestra zona la logística alcanzó y también bajó bastante el pico de la crecida”, destacó.
Para solucionar las necesidades forrajeras de la hacienda, hay animales que se están llevando a pastar a los lotes en los que hay rastrojos de la cosecha arrocera que terminó hace unos meses.
“La idea es que puedan volver a la isla antes de que arranque una nueva siembra del cultivo, que es muy importante en nuestra zona”, reconoció Sacchi.
Una situación que está ayudando a los productores es que el otoño hasta ahora fue benigno en el Litoral. En el noreste, al menos hasta esta semana, no se habían registrado heladas y en los potreros había una buena oferta de las típicas pasturas del otoño.
También ayuda que en comparación con el 2013 hay menos animales en las islas. “El año pasado fue traumático para algunos productores que no tenían tanta experiencia en la producción ganadera en estos ambientes”, opinó Sacchi. Es que cuando hay que evacuar la hacienda a las apuradas los costos de flete son significativos.
En el noreste de Santa Fe, los productores también andan a las corridas para sacar las vacas. “Ya evacuamos unos 400 animales esta semana y el fin de semana nos vamos a llevar 300 cabezas más. Como la crecida no va a ser tan elevada vamos a dejar 200 animales en un albardón alto de la isla”, contó Javier Villaggi, un productor ganadero de la zona de islas de Arroyo Leyes, a unos 15 kilómetros de la ciudad de Santa Fe. La mayor parte del rodeo que Villaggi trae de las islas lo va a vender, para no asumir costos adicionales.
En esta zona de la costa santafesina, los productores más chicos intentarán “aguantar” con los rodeos en las banquinas o campos pequeños y los encierran de noche en corrales. Por eso el gobierno santafesino advirtió que hay que circular con precaución en las rutas cercanas al río.
Es que hay muchos ganaderos que no tienen la espalda financiera para bancar el flete a potreros alejados de su zona y, además, tienen la expectativa de que como la onda de crecida es corta tal vez puedan volver en una semanas a los pastizales de las islas. “El problema es que cuando hay crecida en la costa santafesina los campos no abundan”, reconoció Vicino.
Se espera que el pico de la crecida llegue al centro de Santa Fe y Entre Ríos alrededor del 10 de julio, pronostica el INA, pero el fin de semana que viene ya va a afectar las islas cercanas a La Paz y unos días más tarde a la zona de Reconquista, en el norte santafesino.
Guias y corrales móviles
El Ministerio de la Producción de Entre Ríos estima que unos 583.000 novillos y vacas deberán ser evacuados de las islas entrerrianas por la crecida del Paraná.
Los animales se encuentran en las islas que posee Entre Ríos desde el departamento La Paz, en el límite con Corrientes, hasta las Islas del Ibicuy, en el delta entrerriano.
Para facilitar el traslado de la hacienda, el gobierno entrerriano puso esta semana en vigencia un moderno sistema de guías electrónicas. “Este sistema significa un gran avance porque permitirá simplificar y agilizar los trámites para el productor, ahorrar dinero al gobierno provincial y mejorar el seguimiento del movimiento del rodeo“, afirmó el ministro de la Producción entrerriano, Roberto Schunk.
Entre Ríos es la segunda provincia del país en implementar este tipo de instrumento electrónico que permitirá un ahorro en tiempo y costos al productor. Se puede consultar en la página web: www.entrerios.gov.ar/minpro. El gobierno entrerriano también puso a disposición los corrales móviles que se están colocando en la costa.
Los novillos que cruzan los arroyos
El manejo ganadero en la zona de islas es muy desafiante cuando hay crecida y el río comienza a subir cada día.
Los productores que llevan años en el negocio, y que tienen mayor escala, tienen sus propios barcos jaula para movilizar sus rodeos, lo que simplifica la logística. Pero hay muchos productores que arrean los novillos y las vacas a nado por los sectores más bajos de los arroyos de la zona de islas.
“Hay novillos que saben vadear y cruzar los arroyos y el restos de los animales los siguen para llegar a los potreros más altos”, destacó Javier Villaggi, productor ganadero en la zona de islas cercana a Arroyo Leyes (muy cerca de la ciudad de Santa Fe).
Durante esta semana, en las localidades de la costa santafesina, por ejemplo entre Santa Rosa de Calchines y Cayastá, fue muy intenso el movimiento de barcazas jaula y el de lanchas de productores que guiaban a sus rodeos a los ampos más elevados. La demanda de campos es muy alta.
Fuente: Panorama Rural.-
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