Desde 2015 debutará un nuevo sistema informático para controlar el movimiento de la hacienda en todo el país.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) quiere contar a partir de 2015 con un sistema informático que le permita controlar los movimientos de todos los bovinos de la Argentina. La idea de Ricardo Echegaray, el titular del organismo, es implantar un chip o algún otro dispositivo de seguimiento electrónico en las 51,4 millones de cabezas que tiene el país.
A través del flamante Sistema Fiscal de Trazabilidad Animal (SIFTA), creado por Resolución General 3649, publicada hoy en el Boletín Oficial, el organismo tributario pretende conocer todos los detalles en la vida de un vacuno. Esto es, “nacimientos, muertes, traslados, faena, transformación industrial, comercialización y demás supuestos de naturaleza imponible necesarios para obtener un informe de toda su historia”, enumera la norma.
En el artículo 4, la resolución de la AFIP establece que la trazabilidad de los bovinos con fines de control fiscal deberá hacerse a través “de alguno de los dispositivos que al efecto resulten homologados por esta Administración”. El organismo también se reserva el derecho de habilitar empresas proveedoras de chips subcutáneos u otros métodos de control electrónico de los rodeos.
“¿Es un nuevo negocio de Echegaray?”, se preguntó Miguel Schiariti, titular de la Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA) al conocer la medida. Para el dirigente, el nuevo sistema es “innecesario” pues el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) “ya tiene sistema de trazabilidad grupal, al que puede sumarse la AFIP para hacerlo de manera combinada”.
En aspectos de trazabilidad de los bovinos, por cierto, la voz cantante la tuvo hasta ahora el Ministerio de Agricultura. Y siempre que se impulsaron medidas de este tipo fue por razones comerciales (en especial, para impulsar las exportaciones de carne a la Unión Europea) o sanitarias. En rigor, muchos bovinos ya están identificados, pero a través de un sistema de caravanas plásticas que se cuelgan de sus orejas.
El SIFTA, aclaró la AFIP, tendrá vigencia desde el 1 de enero de 2015 y en una primera etapa “se aplicará a los animales de la especie bovina”. Es decir, antes de fin de año deberían aplicarse los “chips” a los 51,4 millones de vacunos del país, según el último registro del stock que surge de la campaña de vacunación contra la fiebre aftosa.
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